Resumen
El desarrollo histórico de los jardines zoológicos de la Ciudad de México durante el siglo XX se puede estudiar a través de las contribuciones de cuatro textos a la profesionalización de la zootecnia de fauna silvestre, a partir de las obras de Alfonso Luis Herrera, Miguel Ángel de Quevedo, Manuel Cabrera Valtierra y Fernando Gual Sill, que configuran un corpus documental caracterizado por convergencias disciplinarias y cifrado en códigos deontológicos, evidencias de las contingencias de las condiciones materiales, contextos intelectuales y expectativas sociales yuxtapuestas en un entramado de poder, placer y prestigio, siempre en disputa, cuyo dominio se demuestra a través de las políticas expositivas que actualizan las representaciones de los animales ofrecidas al público. En particular, se reconoce la importancia del lugar y de los animales en la producción de conocimiento situado que permitió la formación de estudiantes universitarios y consensos para su mantenimiento, por lo que se considera que el jardín zoológico es una institución profesionalizante guiada ideológicamente.